El señor Delgado ha pasado de platicar conmigo a lanzarme piropos continuamente.
No puedo negar que me gusta lo que me dice, pero no debo olvidar que soy una mujer casada y que por más que mi esposo sea un estúpido infiel, el sagrado lazo no lo voy a romper yo.
No quiero ponerle un alto al señor Delgado pero tengo miedo de que Toño se entere.
¿Qué voy a hacer?
DOLORES DE CABEZA
No puedo negar que me gusta lo que me dice, pero no debo olvidar que soy una mujer casada y que por más que mi esposo sea un estúpido infiel, el sagrado lazo no lo voy a romper yo.
No quiero ponerle un alto al señor Delgado pero tengo miedo de que Toño se entere.
¿Qué voy a hacer?
DOLORES DE CABEZA